Ayer las portadas de los dos mayores diarios nacionales coincidían en que la pasada había sido “la semana más difícil” de la Convención Constitucional (CC). El reconocimiento del constituyente Rodrigo Rojas Vade de que no tenía cáncer, eje de su campaña electoral, sumado a la denuncia de que algunos convencionales habían recibido el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la postergada votación del Reglamento debido a la reiterada discusión sobre el quórum de 2/3, provocó una nueva caída en el nivel de confianza en la CC, según la medición semanal de Cadem. Esta vez, quienes afirmaron tener “mucha o bastante” confianza en ella fueron el 43% de los encuestados vía telefónica, seis puntos menos que en la semana anterior, y aquellos que dijeron tener “poca o nada” de confianza subieron 4 puntos al 54%.

Pero está no es la mayor caída en ese sondeo. Esta ocurrió en la medición del 30 de julio, una baja de 8 puntos, el día en que dos convencionales entraron disfrazados a la sala del Pleno a la hora de almuerzo.

Al hacer una evaluación general de la encuesta Cadem, es notoria la tendencia a la baja de la confianza en la CC. De hecho, su punto más alto, es la semana que instaló la CC el 4 de julio, montó una confianza de 63 puntos. Hoy está puntos por debajo.

“La CC, es en todo caso, el poder del Estado que reúne mayor confianza si la comparamos con el Gobierno, el Congreso, los tribunales o los partidos políticos. Esa confianza radica en la esperanza que tiene la opinión pública de que a nueva Constitución va a ayudar generar los cambios para que Chile sea un país más justo”, dice Roberto Izikzon, gerente de Asuntos Públicos de Cadem, al ver el vaso medio lleno

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