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IR A CADEMONLINE.CL17 Abril 2022
Desde el regreso de la democracia, hace 32 años, Chile ha tenido 21 ministros de Educación. En promedio, duran 18 meses en un cargo que los enfrenta a protestas estudiantiles, conflictos gremiales y complejas agendas legislativas, e incluso hasta acusaciones constitucionales (Yasna Provoste y Harald Beyer fueron destituidos en 2008 y 2013, respectivamente).
Por eso, llama la atención que el nuevo titular de la cartera, Marco Antonio Ávila, sea el ministro mejor evaluado del gabinete del Presidente Gabriel Boric. Según la encuesta Plaza Pública de Cadem, su aprobación llega al 72%, por sobre la de sus pares Mario Marcel (Hacienda, 70%) y Nicolás Grau (Economía, 60%).
Para Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, si bien “el nivel de conocimiento del ministro Ávila está en línea con lo que uno podría esperar de los ministros de Educación, en torno al 46%, evidentemente lo que sorprende es el nivel de aprobación, que es el más alto que ha tenido un ministro de Educación probablemente en mucho tiempo”. En el segundo gobierno de Sebastián Piñera, por ejemplo, sus antecesores Gerardo Varela, Marcela Cubillos y Raúl Figueroa debutaron con aprobaciones del 49%, 43% y 29% respectivamente.
Según Izikson, los números del militante de RD pueden ser atribuidos a varios factores: que el Presidente Boric lo haya presentado como el primer ministro de Educación que viene de las aulas, que tenga un perfil menos confrontacional que el de sus predecesores, que tras la aprobación de la gratuidad el sector educación dejó de ser una “papa caliente” y las expectativas generadas por la nueva administración sobre ampliar derechos como la educación.
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