Es un nuevo proyecto de Cadem, pensado en convertirse en la principal fuente de consulta en Chile sobre los chilenos. Con ella queremos ir más allá del dato, dándole sentido y relato al cambio del país, ayudando a nuestros clientes a respaldar sus decisiones.
IR A INSIGHT CHILE.CLPlataforma para responder encuestas que reúne a más de 400 mil personas en todo Chile, quienes entregan su opinión sobre diversos temas como política, consumo, marcas, gustos, preferencias o estilos de vida.
IR A CADEMONLINE.CL28 Junio 2022
El socio y gerente de Cadem, Roberto Izikson, comenta la última encuesta, donde Boric y el Apruebo anotan su nivel más bajo de apoyo y el Rechazo saca una ventaja de 18 puntos. El caso Karamanos, dice, representa que “no hay nada nuevo, no hay cambio” respecto de las viejas prácticas, en el contexto de un Presidente que llegó a la La Moneda con la bandera de una nueva generación.
-¿A qué atribuyes que el Presidente Boric tenga su aprobación más baja desde que llegó a La Moneda?
-No fue una buena semana para el gobierno. El Presidente llega a La Moneda con la bandera de una nueva generación, distinta a la anterior, representante del cambio, con una lógica del poder horizontal y alejada de las viejas prácticas. El caso de Irina Karamanos golpea a Gabriel Boric en su dimensión más relevante y simbólica: no hay nuevo, no hay cambio.
La economía, y especialmente la inflación, tampoco colaboraron. La caída de precio del cobre y el aumento del dólar, dos indicadores que ayudan a los chilenos a resumir la situación económica del país, llevaron a que esta semana el 91% afirme que la economía está estancada o retrocediendo y que el 74% considere que es un muy mal momento para que los consumidores puedan comprar bienes y servicios, el resultado más negativo desde que Cadem comenzara a medir este indicador en marzo de 2014.
A esto se suma un clima país de polarización y convivencia dañada, una ciudadanía irascible, una percepción creciente de inseguridad y violencia, una sensación de conflicto en escalada en la Araucanía y una inmigración desbordada, sin control.
-Algunos analistas han planteado que no es descabellado pensar en un cambio de gabinete antes del 4 de septiembre, al asociarse el gobierno de Boric y el despliegue de su programa con el triunfo del Apruebo. ¿Cómo lo ves?
-Las últimas semanas han demostrado que existe una altísima correlación entre los aprobadores al Presidente Boric y los aprobadores de la propuesta constitucional: son los mismos, más jóvenes, más de Santiago e identificados con la izquierda. Esta correlación, que no era necesariamente causalidad, se ha visto reforzada por la disposición del Presidente y de sus ministros a unir sus destinos: “sin nueva Constitución no se puede avanzar en el programa”.
Un triunfo del Apruebo necesitará necesariamente un clima país positivo (hoy el 65% cree que vamos por mal camino), esperanza en el futuro (hoy al 61% el texto le genera preocupación o temor y el 48% está pesimista sobre el futuro versus el 31% que se mantiene optimista) y un gobierno que recupere una tendencia al alza de su capital político.
-¿Qué factores y segmentos inciden en que el Apruebo caiga a su nivel más bajo y el Rechazo tenga su mejor performance, tomando una ventaja de 18 puntos?
-Dos son las principales razones para votar Rechazo: la desconfianza en los constituyentes (reforzada la última semana por el conflicto en torno a la invitación de los ex presidentes a la ceremonia de la entrega final del texto) y el desacuerdo general en torno a las propuestas (sobre todo aquellas asociadas a la plurinacionalidad y la restricción de libertades).
Al mismo tiempo, vemos al menos cuatro clivajes: 1) el de la esperanza (33%) versus temor/incertidumbre (61%); 2) La aprobación (34%) del Presidente Boric versus su desaprobación (59%); 3) aprobar cómo está o para reformar (41%) versus rechazar para mantener la actual o para reformar (54%) y 4) hacia donde podrían decantar los indecisos (16%).
-¿Cuán factible es desmontar este escenario?
–Aunque el escenario no es favorable para el Apruebo, lo cierto es que todas las últimas elecciones en Chile se han definido en las últimas tres semanas. Dos meses en política hoy son una eternidad. La franja jugará un rol importante frente a la ausencia de debates formales y cómo llegue el gobierno a la elección tendrá sin duda un efecto clave. Ambos tendrán una misión primordial: traer esperanza.